martes, 4 de noviembre de 2008

A ti que hablas con mentiras, y las contradices con los ojos


Palabras que aspiran ser verdad en las cuerdas bucales de tu voz.
Palabras al oído que piensas en decirlas más de una vez,
A más de una mujer.

Tú que piensas en más dos
Piensa dos veces antes de lo que dices y haces
Antes de que tu secreto, ya no sea secreto.
Y que seamos más las que pensemos más de dos veces.

Miradas que roban mis ojos, para no poderlos apartar de los tuyos.
Tacto que debilita y mata poco a poco la resistencia del momento.
Cumplidos sacados de libros, desvanecidos en unas cuantas horas.
Noches inolvidables para ellas, y una más para ellos.
Corazón de muchas, y falta de corazón para muchos.

Todas Tácticas de los que se hicieron en el camino,
Ó de los amantes innatos que vivieron para contarlo y enseñarlo.
Mientras muchas otras vivieron de príncipes y princesas,
Otros vivieron de las enseñanzas y estrategias de Don Juan.
¿Cuál es el precio de enseñarle a un corazón, a no amar?
¿A ser frío, mientras el cuerpo satisface una “necesidad”?

Las líneas de de Shakespeare que una vez representaron amor sincero,
Se convirtieron en camuflaje y mensaje subliminal para tu intención, Romeo.
Es evidente que cómo cualquier producto dañino, llevas precaución escrito en tu piel.
Y dice en letras diminutas: este producto puede que sea infiel.

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