martes, 4 de noviembre de 2008

Conra los prejuicios y la descriminación


Un día por la tarde, no tenía mayor cosa que hacer y decidí ir a ver el atardecer. En esos momentos, es cuando yo me pongo a pensar sobre muchas situaciones y cuando yo realmente me llego a conocer.
Pude pensar en como cada uno de nosotros creen en algo distinto, porque nos han enseñado diferentes maneras de ver lo que nos rodea, ya sea la diferencia entre la magnolia y el jacinto, o el vino blanco y el vino tinto.
En mi clase de sociología pude aprender que lo que nos rodea, nuestro presente, nuestra sociedad, es la que nos educa, nos hace tener estos puntos de vista que actualmente pensamos en este mismo momento.
Pero lo que llamó en ese mismo instante la atención al ver sol esconderse por lo verde del barranco, fue que me di cuenta que el crecer me enseño que habían muchas más formas de pensar en el planeta tierra, habían otras creencias de las que yo desconocía, y me sacó de mi único mundo, en el cual yo estaba encerrada sin saber que había del otro lado.

Me gusta ver la fusión del amarillo y del azul crear el verde,
Me gusta ver los diferentes tipos de sonrisas por la ciudad,
Me gusta el sabor de las diferentes comidas que se dan en mi país.
Me gusta sentir el calor del sol combinada con un poco de viento.
Me gusta ver el contraste del blanco de la luna con el negro del la noche,
Me gusta aprender sobre las diferentes culturas que hacen toda Guatemala.


Es imposible para mí el poder entender porque despreciamos otras culturas,
Sus creencias, sus costumbres, lo que les da identidad propia, y los hace especiales.
No estoy diciendo que sea así no más fácil de aceptar o adaptarse a algo que es diferente a lo de uno.
El que sea algo diferente a lo nuestro,
El que rodee el conocido centro,
El que este afuera y no adentro,
No quiere decir que sea malo, quiere decir
Que en el lugar del día talvez sea la noche,
Que en lugar de la rosa, sea la violeta,
Que en el lugar una sonrisa, talvez reciba un abrazo


En mi país se pude ver la diversidad cultural, y han nacido muchos prejuicios, mucha discriminación, no se ha podido concebir la paz, y no hemos podido tener una fusión de bellas ideas, y creencias, no hemos podido pintar un arco iris con nuestros colores.
Si no se puede pintar el arco iris, al menos podemos:
Dos personas pintar una flor con 2 colores diferentes,
Intercambiando una simple sonrisa,
Se puede pintar con un grupo el verde de las plantas,
Si nos damos las manos.
Poco a poco si queremos, todos juntos podríamos pintar el Azul marino de la bandera de nuestra patria Guatemala
Por eso es importante buscar en lo diferente, algo bonito,
Siempre lo habrá, dependerá en si queremos verlo o no.

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