Siempre tuve pretextos para observarte de cerca.
Podría llamarme tu aficionada más perfecta.
¿Como decirte, que tu voz es la música infalible en mí oído?
Para mi nunca existió el tiempo y mucho menos tu olvido.
Ni el mar completo puede hacer borrar tu nombre en la arena.
No te pueden eliminar de mí sangre, porque tú corres en cada vena.
No se acaban las letras por más que yo te escribo en cada poema.
Eres inmortal para cada partícula de la existencia.
¡No me dejas en paz ni en mínima, la subsistencia!
Mis ojos no pueden ver ninguna curación para este corazón.
La medicina no puede más, carece de evolución.
Más me di cuenta que soy yo la que no te deja ir.
Te mantengo vivo en todo momento.
¿No sé cuando te deje ir?
Cuando pretenda que ya no existes, al menos en mi sentimiento.
Hoy por hoy, yo te quiero cada día
Y no quiero dejarte morir en mí… todavía.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario