
Paris o Nonis
Entre un “paris” de copas decidiste jugar a las damas.
Entre un “nonis” de probabilidades del amor decidí jugar al jaque mate.
Bastó con una breve introducción y una lección de lectura entre líneas,
Para que descifráramos el denominador común de la suma uno más uno en la pista de baile.
Bailamos entre el no y el sí, aunque mis tacones chocaron contra el no, usaste tus brazos para que tropezará contra el sí.
Gire 360 grados a la velocidad de la chanson sólo para así volver a tirarme de clavado en tus pupilas.
Encontraste el beso escondido que guardaban mis ojos y desembocaba en los labios.
Te dije que no quería besarte mas mi lenguaje corporal me delató y la veredita se
Declaró culpable.
Nuestras conversaciones en español se tornaron ajenas a los demás,
Cuando las palabras adquirieron su propio contexto entre tú y yo.
Mi coeficiente intelectual me defraudó al jugar al azar en donde no se tienen los pies sobre la tierra, más que para bailar.
¿Paris o nonis?
Tú dijiste paris, pero yo desde el principio dije nonis porque las historias breves de la noche, empiezan en par y terminan en impar.
Contuve mi respuesta hasta que la consciencia se esfumó.
Era un no, hasta que la respuesta se editó,
Y fue sustituido por su antónimo.
Por un instante el pasado, presente, futuro se desvaneció,
Jugamos al azar,
a no pensar,
A exterminar cualquier signo de interrogación,
A Eliminar el verbo” prohibir” del diccionario de la tentación,
A calcular una suma que resulta en una incógnita de una tramposa predicción.
¿Quién pierde, quién gana?
¿Cuál es la respuesta, sí es posible que ambas?
Yo dije nonis, tú dijiste paris,
¿Cuántas probabilidades existen para que sea Paris?
Si normalmente Empieza en 2, el nudo se desamarra en un sí, y termina en uno menos uno.
Entre un “paris” de copas decidiste jugar a las damas.
Entre un “nonis” de probabilidades del amor decidí jugar al jaque mate.
Bastó con una breve introducción y una lección de lectura entre líneas,
Para que descifráramos el denominador común de la suma uno más uno en la pista de baile.
Bailamos entre el no y el sí, aunque mis tacones chocaron contra el no, usaste tus brazos para que tropezará contra el sí.
Gire 360 grados a la velocidad de la chanson sólo para así volver a tirarme de clavado en tus pupilas.
Encontraste el beso escondido que guardaban mis ojos y desembocaba en los labios.
Te dije que no quería besarte mas mi lenguaje corporal me delató y la veredita se
Declaró culpable.
Nuestras conversaciones en español se tornaron ajenas a los demás,
Cuando las palabras adquirieron su propio contexto entre tú y yo.
Mi coeficiente intelectual me defraudó al jugar al azar en donde no se tienen los pies sobre la tierra, más que para bailar.
¿Paris o nonis?
Tú dijiste paris, pero yo desde el principio dije nonis porque las historias breves de la noche, empiezan en par y terminan en impar.
Contuve mi respuesta hasta que la consciencia se esfumó.
Era un no, hasta que la respuesta se editó,
Y fue sustituido por su antónimo.
Por un instante el pasado, presente, futuro se desvaneció,
Jugamos al azar,
a no pensar,
A exterminar cualquier signo de interrogación,
A Eliminar el verbo” prohibir” del diccionario de la tentación,
A calcular una suma que resulta en una incógnita de una tramposa predicción.
¿Quién pierde, quién gana?
¿Cuál es la respuesta, sí es posible que ambas?
Yo dije nonis, tú dijiste paris,
¿Cuántas probabilidades existen para que sea Paris?
Si normalmente Empieza en 2, el nudo se desamarra en un sí, y termina en uno menos uno.
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