
Ayer cada lagrima que derramé se torno roja,
De cristal al rojo dolor que derrama el más fuerte corazón,
Tus besos fríos dejaron rajaduras en los labios,
Esos labios que no hicieron más que expresarte su amor con dulces besos.
Esos sueños contigo, al parpadear, causo la más dura realidad,
La que no se mira cuando te atrapa el cazador de mariposas,
La realidad que te sentencia al néctar de la más dulce vivencia,
ó la condena que te lleva hacia el sabor más agrio de la vida.
Eso sueños que causaste, producto de tu dañina alucinación,
Que un día me causaron adicción, y una eternidad de rehabilitación.
Tus efectos secundarios, me absorbieron hasta la última gota de agua,
Y se me inyectaron los ojos del rojo más intenso de la mentira.
Mataron mis neuronas de razonamiento,
que me llevaron a La más fuerte e incomprensible demencia.
Ahora me encuentro en el tribunal del olvido,
Siendo testigo de la más dulce ó dura ilusión,
Donde proclamo tu culpabilidad y acepto mi debilidad,
Enfrente del jurado acepto que me equivoqué,
Pues el corazón de una mujer puede ser el que más fácil se subestima o se domina,
Consta de una aparición,
Para que el corazón se enrede en una falsa pasión,
Para algunas Consta de más de las mil y una noches para que comprendan
Que el amor es más que una simple aparición del representante,
El amor es más allá de palabras y simbolismo,
Es el sentimiento incondicional,
Y la fuerza regeneradora, que hora a hora es diferente más allá de la costumbre.
Y mí querido jurado,
Se pasa por un infinito de tribunales de olvido, y falsos cupidos,
Antes de darse cuenta que siempre estuvo enfrente de los ojos,
Los ojos blindados de falsas apariencias.
De cristal al rojo dolor que derrama el más fuerte corazón,
Tus besos fríos dejaron rajaduras en los labios,
Esos labios que no hicieron más que expresarte su amor con dulces besos.
Esos sueños contigo, al parpadear, causo la más dura realidad,
La que no se mira cuando te atrapa el cazador de mariposas,
La realidad que te sentencia al néctar de la más dulce vivencia,
ó la condena que te lleva hacia el sabor más agrio de la vida.
Eso sueños que causaste, producto de tu dañina alucinación,
Que un día me causaron adicción, y una eternidad de rehabilitación.
Tus efectos secundarios, me absorbieron hasta la última gota de agua,
Y se me inyectaron los ojos del rojo más intenso de la mentira.
Mataron mis neuronas de razonamiento,
que me llevaron a La más fuerte e incomprensible demencia.
Ahora me encuentro en el tribunal del olvido,
Siendo testigo de la más dulce ó dura ilusión,
Donde proclamo tu culpabilidad y acepto mi debilidad,
Enfrente del jurado acepto que me equivoqué,
Pues el corazón de una mujer puede ser el que más fácil se subestima o se domina,
Consta de una aparición,
Para que el corazón se enrede en una falsa pasión,
Para algunas Consta de más de las mil y una noches para que comprendan
Que el amor es más que una simple aparición del representante,
El amor es más allá de palabras y simbolismo,
Es el sentimiento incondicional,
Y la fuerza regeneradora, que hora a hora es diferente más allá de la costumbre.
Y mí querido jurado,
Se pasa por un infinito de tribunales de olvido, y falsos cupidos,
Antes de darse cuenta que siempre estuvo enfrente de los ojos,
Los ojos blindados de falsas apariencias.
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