A ti, que me llevaste en tu vientre

Hoy te escribo una carta,
A ti que crees saber lo que es mejor para mí,
Y te digo que yo sé que me llevaste en tus brazos,
Y me enseñaste lo que aprendiste y descubriste que es mejor para ti
Pero hoy yo quiero descubrir lo que es mejor para mí.

Consta de una vida entera para tropezar y caer,
Consta de años para cicatrizar,
Consta de años para liberarse y hacer las pases con uno mismo.
Como tú dijiste consta de años para dejar de pelear y simplemente ser.

Tu mano con mi mano, tu corazón atado con mi corazón,
Zarpamos en nuestras travesías distintas.
Compartimos el aire, más no volamos siempre por los mismos vientos.
Más ni el mar ni el aire lo hubiera conocido, si no fuera por ti
Y tú deseo de compartir vida, conmigo.

Yo solo soy alguien que quiere ser.
Obsesionada y atrapada en la búsqueda de mi piedra filosofal.
Amante de la libertad y rebelde sin causa.
Temerosa a veces de la realidad.
Pero preparada para enfrentarme a ella, en la oscuridad.

Yo hoy quiero aprender, y nunca voy a dejar de necesitar tu sabiduría.
Mas seguiré a mi corazón, cuando él me lo pida.
Cuando hoy yo me tropiece, necesitare tus brazos reconfortantes,
Cuando me sienta derrotada, me recordaré de tu coraje hacia la vida.
Donde sea que mi corazón este, ahí estará tu presencia
Inmortal para mí espíritu, por siempre conmigo.

Hoy tu niña se levanta hacia la vida,
Y grita con emoción hacia el nuevo día.
La tomas de la mano y le enseñas el mar,
Ella te pregunta ¿Qué es eso?
Tú contestas, es la vida a donde zarpamos un día.