
Tengo miedo a lo que el viento pueda soplar,
Tengo miedo de lo que aire pueda revelar,
Porque en mi creo que hay mas de cuatro direcciones,
En mí no encuentro simplemente siete mares.
Porque el cielo es el límite, y después todo se basa en imaginación.
Sí, tengo miedo al cielo inmenso por delante,
Tengo miedo a fracasar en lo que todas las noches sueño,
Y a veces la cuesta de la montaña se ve inalcanzable,
De manera que ni mis propias palabras yo creo.
Porque yo no se lo que soy,
Mi pasado, presente no puede predecir mi futuro,
No tengo idea a donde voy,
Pues lo que puedo ser hoy, puede que el viento lo desvíe.
No me extrañaría que mañana no sepa donde estoy.
Si soy adicta a falsas predicciones,
Y me dices que haga esto y lo otro por varias razones,
Déjame decirte que no me encuentro en ninguna letra de tus soluciones.
Sí me encontré que no puedo volar directo a mi destino,
Alguien una vez me dijo que existían también las escalas para encarrilarse de nuevo en el camino.
A veces pienso que necesito saber que voy a estar bien.
Que voy a cumplir cada deseo que soplé en mis candelas.
Que entre el mal siempre va a ganar el bien.
Y que viento que soplé en cada una de las velas,
Se dirige a buscar la magia de cada sueño, que me pertenece.
Cada poco de esperanza que encuentro en mis oraciones,
Cada esperanza que miro en los que luchan día a día.
Esa fuerza que a la hora de caer, vuelvo a recuperar.
Y la actitud de querer más y no conformarse con el jamás.
Tengo miedo de lo que aire pueda revelar,
Porque en mi creo que hay mas de cuatro direcciones,
En mí no encuentro simplemente siete mares.
Porque el cielo es el límite, y después todo se basa en imaginación.
Sí, tengo miedo al cielo inmenso por delante,
Tengo miedo a fracasar en lo que todas las noches sueño,
Y a veces la cuesta de la montaña se ve inalcanzable,
De manera que ni mis propias palabras yo creo.
Porque yo no se lo que soy,
Mi pasado, presente no puede predecir mi futuro,
No tengo idea a donde voy,
Pues lo que puedo ser hoy, puede que el viento lo desvíe.
No me extrañaría que mañana no sepa donde estoy.
Si soy adicta a falsas predicciones,
Y me dices que haga esto y lo otro por varias razones,
Déjame decirte que no me encuentro en ninguna letra de tus soluciones.
Sí me encontré que no puedo volar directo a mi destino,
Alguien una vez me dijo que existían también las escalas para encarrilarse de nuevo en el camino.
A veces pienso que necesito saber que voy a estar bien.
Que voy a cumplir cada deseo que soplé en mis candelas.
Que entre el mal siempre va a ganar el bien.
Y que viento que soplé en cada una de las velas,
Se dirige a buscar la magia de cada sueño, que me pertenece.
Cada poco de esperanza que encuentro en mis oraciones,
Cada esperanza que miro en los que luchan día a día.
Esa fuerza que a la hora de caer, vuelvo a recuperar.
Y la actitud de querer más y no conformarse con el jamás.
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