
Rara vez te visité,
Más mi abuela me habló de las cuentas del rosario que rezó pensando en ti,
pidiendo que la familia se uniera como las cuentas del rosario se amarran a la cruz.
llevándome cada octubre a que me acercará a tu luz maternal.
Ella partió un viernes de gloria al cielo,
mas cada octubre que te visitó, miro sus pupilas en tus pupilas,
Miro la luz y se que en alguna parte del rincón de la catedral esta ella,
velando por nosotros, guiándonos en la vida.
He aquí estoy de nuevo,
como hija pródiga de octubre,
pidiendo por las cuentas de rosario,
pidiendo que me arulles en tus brazos,
que me ilumines con tu luz maternal
y que me selles con un beso inmortal.



