martes, 25 de mayo de 2010

catorce días para desvanecerte de mis ojos

Quedan aproximadamente catorce días para ver como te empiezas a desvanecer enfrente de mis ojos. Para plasmarte en mis recuerdos sepias, para volverte una anécdota más de mi vida.
He sido diagnosticada una vez más. Es oficial tengo corazón. Quería creer que yo funcionaba por medio de un órgano artificial que bombeaba la sangre, con una percusión similar a los latidos, insertada por científicos en mi torax. Más tarde realicé que no era Robotina Incapaz de amar, incapaz de querer una relación novio-novia. Ahora en este momento sufro de rosado crasherum, cuando estrellas contra el mundo rosado y te das cuenta que es un final no exactamente como el drama francés romántico que imaginaste. Entierras tu cuchara entre el tarro de nutella y te das cuenta de la capacidad que tenemos los seres humanos de previamente imaginar nuestras historias y ver lo que queremos ver. Es como ignorar el “Precaución este producto es dañino para la salud” en la cajetía de malboros rojos. ¡Nadie lo ve! Es sólo cumplir con el acuerdo de que los consumidores se den por enterados (por si no lo habían hecho antes) y no demanden a la compañía. Así funciona con las ilusiones y expectativas, miramos lo que nos gusta.
Los síntomas estos días en mí son claros: La comida me sabe igual, amarga. Trato de no comerme mis sentimientos y ganar libras de más. Las películas de miedo, romance, acción, comedia, todas me hacen llorar. Y finalmente me doy cuenta que algo me duele. Me duele que falten días, y posiblemente ni el segundo en que desaparezcas frente a mí, seremos capaces de ser vulnerables el uno con el otro, de decirnos un te quiero, ni salir a la esquina a tomar un café (sólo los dos) solo porque sí.
He venido haciendo un colchón mental meses atrás, siempre tratando de apartarte de mí. Siempre diciendo esta es la última vez que te miro, pero las palabras muchas veces son disfraces de mis intenciones, nunca quise dejar de verte, ahora que el tiempo y espacio nos dividirán, ya no te veré por un largo tiempo. Eso significa quedarme con dudas sobre ti y nuestro “drama francés”, al que no le pongo stop y sigo viendo como si fuera mi programa favorito de televisión.

No hay comentarios: