miércoles, 27 de abril de 2011

La Espera



En un vestido negro, dejó flores en la tumba de su pasado.

Talvez de luto podía realizar que él ya no estaba en su presente,

Y que sólo estuvo su fantasma alimentado falsas fantasías, envolviéndola en perfumes fatales y deseos, que hasta el momento permanecían inmortales.

Miró las 12 en punto en su reloj y como de costumbre no llegó. No llegó ni a su propio funeral. Llovió sin cesar