La noche es joven y la fiesta prende fuego cuando las llamas consumen licor.
pronto los zapatos de desinhiben y empiezan a bailar,
el que no se atreve a hablarle a madonna, se abrocha el cinturón, se toma una cerveza,
cambia de cabeza y se vuelve Don Juan.
Los actos parecen ser involuntarios, cuando formas parte de un transe nocturno.
Que te encierra en un cuarto oscuro con música que retumba en tus oídos,
Te convida a bailar, a intercambiar un paso con el otro y a clavarte en una mirada.
Cuando sientes olvidas que tienes cinco sentidos.
Los ojos atraviesan el vaso de cristal, que te invita a un trago,
sin pensarlo mas de una vez tomas la copa por el pie,
besas el vaso, te tomas el trago, te quema la garganta.
Cierras el trago con una mordida de limón y una sensación que te levanta.
Pero queda en ti parar el frenesí, que causa mi amigo, Jose Cuervo.
No sabes el significado de izquierda y derecha,
De mal y bien.
No sabes contar de cero a cien,
Y el proceso de decisión sobre acción se reduce a un impulso iluso.
Que te libera y a la vez te encierra quitándote el poder de la consciencia.
Llegas a tu dulce almohada, en estado de autopiloto.
Miras hacia arriba, a tu techo.
Te traga un espiral,
Con sabor a limón y sal.
Olvidas tu juicio final,
Cierras los ojos y lo dejas para mañana,
Si es que recuerdas el hecho.
Llega la noche festiva,
Piensas en el auto-control.
¿Realmente puedes pasar la fiesta siendo tú, sobrio?
La gente cambia su estado diurno a nocturno,
Tú tienes los zapatos pegados al suelo,
Y realizas que sin Jhonny Walker no tienes la facilidad de socializar,
Al final cedes, renuncias a tu acción sobria,
y te despides de la consciencia con un vaso de whisky.
pronto los zapatos de desinhiben y empiezan a bailar,
el que no se atreve a hablarle a madonna, se abrocha el cinturón, se toma una cerveza,
cambia de cabeza y se vuelve Don Juan.
Los actos parecen ser involuntarios, cuando formas parte de un transe nocturno.
Que te encierra en un cuarto oscuro con música que retumba en tus oídos,
Te convida a bailar, a intercambiar un paso con el otro y a clavarte en una mirada.
Cuando sientes olvidas que tienes cinco sentidos.
Los ojos atraviesan el vaso de cristal, que te invita a un trago,
sin pensarlo mas de una vez tomas la copa por el pie,
besas el vaso, te tomas el trago, te quema la garganta.
Cierras el trago con una mordida de limón y una sensación que te levanta.
Pero queda en ti parar el frenesí, que causa mi amigo, Jose Cuervo.
No sabes el significado de izquierda y derecha,
De mal y bien.
No sabes contar de cero a cien,
Y el proceso de decisión sobre acción se reduce a un impulso iluso.
Que te libera y a la vez te encierra quitándote el poder de la consciencia.
Llegas a tu dulce almohada, en estado de autopiloto.
Miras hacia arriba, a tu techo.
Te traga un espiral,
Con sabor a limón y sal.
Olvidas tu juicio final,
Cierras los ojos y lo dejas para mañana,
Si es que recuerdas el hecho.
Llega la noche festiva,
Piensas en el auto-control.
¿Realmente puedes pasar la fiesta siendo tú, sobrio?
La gente cambia su estado diurno a nocturno,
Tú tienes los zapatos pegados al suelo,
Y realizas que sin Jhonny Walker no tienes la facilidad de socializar,
Al final cedes, renuncias a tu acción sobria,
y te despides de la consciencia con un vaso de whisky.